El western es un género fílmico bastante asociado a la cultura popular americana. Representa uno de los estados más “primitivos”, por decirlo de alguna manera, de la cultura estadounidense a raíz de su independencia del Reino Unido. No se confundan, no quiere decir que forme parte específicamente de esta manera de la historia, sino que representa una época importante en el desarrollo de una nación.
En un western hay varios elementos que lo distinguen como los paisajes desolados, el desierto, el calor, los trenes, los vaqueros y los nativos americanos, cuya complicada relación siempre se vio, en estas cintas, de forma negativa. Sin embargo, la figura más importante siempre ha sido el vaquero, aquel hombre (sí, la mayoría de las veces son hombres) valiente que es capaz de atravesar el desierto en orden de la justicia. Clint Eastwood es, sin duda, uno de los más grandes representantes de este género fílmico asociado a todo un país (en la industria, pues).
Ahora bien, ¿qué tiene que ver el western con el nuevo disco de Mac DeMarco? En realidad, todo, y no tiene nada que ver con su nacionalidad canadiense. Su nuevo material de estudio, el cual sale a dos años de This Old Dog, arranca con todo el concepto de western desde su título: Here Comes The Cowboy. Pero es más que un nombre que sólo advierte la superficie. Este disco resguardo un sinfín de conceptos íntimamente ligados al western, arrancando con la canción que le da nombre al disco.
“Here Comes the Cowboy” nos lleva a un paisaje desértico con una icónica tumbleweed atravesando el camino en el que dos hombres están a punto de enfrentarse… y termina más pronto de lo que empieza. Esta canción da paso a “Nobody” y “Finally Alone”, dos baladas un tanto folclóricas que muestra las capacidades de Mac DeMarco de conseguir públicos nuevos con una sola canción, ni qué decir con un disco nuevo que resultó ser toda una sorpresa.
Las canciones son cortas como un enfrentamiento de vaqueros y en casi todas ellas habla del sueño de un vaquero. “Little Dogs March” es una canción calmada que no puede no invadir a quien la escucha. Quizá no sea el arma más fuerte de Here Comes The Cowboy, pero sí sigue el ritmo pausado del disco y del estilo musical que ha llevado a DeMarco ha ser un músico, cantante y productor reconocido. No tiene que pasar mucho para saltarte a “Preoccupied” y a “Choo Choo”.
¿Recuerdan los trenes? Aquí están también, y no hay necesidad de una canción sencilla en la que la voz de Mac DeMarco acompañe a su guitarra únicamente, sino hay toda una estructura un tanto más de rock que le da un toque rápido y necesario al disco. “Hey Cowgirl” nos lleva de nueva cuenta al acompañamiento de la guitarra y su voz para una canción que bien podría pasarse por distintas bandas sin ser reconocida tan fácilmente. ¿Una linda sorpresa? Vayan al final del disco y escuchen “All Of Our Yesterdays” y la canción que sigue, “Skyless Moon”.
En realidad, hay una historia para contar con cada una de las 13 canciones que forman parte de Here Comes The Cowboy, un disco que cae de sorpresa, como un regalo para una fecha especial, y que podrá no tener sentido para muchos, pero que se queda con nosotros por el resto del día y nos hace regresar a una que otra de las canciones que lo conforman. No hay palabras suficientes para describir un disco tan amable y amigable como lo es Here Comes The Cowboy de Mac DeMarco. Por eso, acá se los dejamos:
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